Las torres se multiplicarán por la ciudad a lo largo de corredores y anchas avenidas, cerca o encima de grandes nodos de transporte creando nuevos centros urbanos. Bordes que protejan áreas naturales o frente a grandes parques. Las construcciones verticales desafían a las fuerzas naturales, el tema estructural es prioritario. Mientras que una casa debe ser pensada a partir de su intimidad y su exposición al sol o un teatro a partir de la isóptica y la acústica, en una torre debe regir la estructura, pensada en función de su particular organización espacial y su asoleamiento. Y si el gran esfuerzo intelectual y constructivo está puesto en la estructura, habrá que pensarla como la expresión misma del edificio.
Torres de la ciudad. Kalach, Alberto, Reforma 27, México, Arquine, 2012, p. 28.